¿Qué significa ser de izquierda?

29 Nov

Esa es la pregunta que desde mi humilde lugar, y como una persona que se define “de izquierda”, voy a intentar responder en los siguientes párrafos.

¿Qué representa para mí ser de izquierda? Básicamente, pensar que este mundo se puede cambiar. Que todos somos iguales y tenemos el mismo derecho de ser libres. ¿Qué entiende una persona de “derecha” por libertad? Parece que no mucho más que votar o tomarse un avión. ¿Hay libertad en un sistema que permite que millones de personas sean pobres y no tengan acceso a condiciones mínimas de vida? Cuando un pibe chorro mata a alguien, se reproducen las marchas pidiendo seguridad. Ahora, si la víctima no es de clase media y muere en un hospital por no haberse alimentado correctamente, a pocos parece importarle. Me pregunto yo… ¿Por qué al pibe chorro tiene que importarle mi vida si a mí no me importa la de él?

Voy a meterme más de lleno en este tema para después avanzar sobre otros. El pibe chorro es una persona que nace en un ambiente de violencia en el que no existe ni siquiera la posibilidad de que se pueda insertar en el sistema educativo. Y está la droga. Mientras hay narcotraficantes que se enriquecen, hay miles de chicos que están perdiendo la oportunidad de llevar una vida digna. Pero son pobres, y por ende, discriminados. Ningún pibe nace chorro. Está de más decir que las condiciones materiales de existencia son las que determinan la realidad de las personas. Están los que le echan la culpa a los padres. Esos padres que ni siquiera están educados como para usar profilácticos, ¿qué les pueden transmitir a los cinco o diez hijos que traen al mundo?

La sociedad pide mano dura, como si eso fuera a resolver algún problema. Con o sin mano dura, los pobres van a seguir siendo pobres. Sólo la educación les puede brindar una posibilidad. Los mismos que piden mano dura son lo que van a la Avenida Warnes a comprar autopartes usadas, de dudosa procedencia. ¿Qué se dice de la pornografía infantil? ¿Qué sin clientes no hay negocio? Esto es lo mismo. Si no hay personas que compren autopartes usadas, no habría robo de autos, y si no hay robo de autos, Fernando Cáceres estaría sano y salvo en su casa, por poner un ejemplo.

Los que son de derecha ven una avenida cortada y piden orden. Qué es el orden me pregunto yo. ¿Qué los autos circulen por una avenida es “orden”? ¿Existe orden si a la vuelta donde están transitando los autos hay un indigente que se está muriendo de hambre?

Ser de derecha es estar conforme con el mundo desigual en el que vivimos. Un mundo dominado por los intereses económicos donde el dinero parece tener más importancia que la propia vida. La gente se muere de hambre, abundan las guerras, y sin ir más lejos, el planeta se está destruyendo a causa del efecto invernadero. Ese aparenta ser el límite del sistema capitalista. Estados Unidos no está adherido, a diferencia de la totalidad del resto de los países del mundo, al Protocolo de Kyoto, que regula la emisión de gases invernadero a la atmósfera. El mismo país que se erige en rector del destino de las 6 mil millones de personas que habitan este planeta. El mismo país que a lo largo de su historia no hizo otra cosa que involucrase en conflictos ajenos en tierras lejanas para difundir su idea de vida, fundada en el consumo desenfrenado. El mismo país que invadió Irak para adueñarse del petróleo. Sí, un país que mató a sus propios soldados por ocurrencia de un grupo de empresarios ávidos de hacer negocios.

El sistema capitalista se sustenta en la constitución y las leyes. Los invito a que lean todos los artículos de la constitución argentina. ¿Acaso alguno se respeta? ¿No es como leer una novela de ficción? ¿No es todo una gran mentira? El estado está para asegurar la continuidad en el poder de la clase dominante, que son los propietarios de los medios de producción, que son las herramientas que utiliza una sociedad para subsistir. Los pudientes miembros de esa clase son los que no van presos simplemente porque ellos inventaron las leyes para reprimir a las clases bajas. El sistema le roba al pibe chorro algo tan esencial como el aprecio por la propia vida, y encima lo encarcela si se le ocurre cometer un acto delictivo, algo ante lo que está empujado. El pibe chorro es una víctima más del sistema. Los enemigos no usan gorrita, van de traje. Son los que evaden miles y miles de pesos en impuestos. Son los terratenientes millonarios del campo, que no quieren que el gobierno les aumente las retenciones. Son los dueños de los medios que desinforman a la gente e infunden el miedo entre la sociedad.

¿Cuál es el rol del estado? A ver, me detengo en este punto. Los dirigentes del campo, en el conflicto del año pasado, se negaban a la medida que impulsaba el gobierno. Del discurso que mantenían, se puede inferir que el estado debe ser mínimo y debe dejar todo en manos del mercado. Total, si hay algún pobre es porque no tiene ganas de ir a trabajar. Pero es una hipocresía, ya que esa es la misma gente que reclama la intervención del estado para reprimir a delincuentes o manifestantes, y los que reclaman que es el estado el que tiene que salir de garante si estalla una crisis. ¿Qué pasó sino en Estados Unidos? ¿Cuántos miles de millones puso Obama para salvar a los bancos en 2008? O sea, en resumen, el estado tendría que dejarme ganar toda la plata que yo quiera, pero si pasa algo, debe salir a mi rescate. ¿Eso es libre mercado? No creo que desde la economía se pueda responder afirmativamente esa pregunta.

Si hay algo que me da risa, es escuchar a la gente que les echa la culpa de sus problemas a los políticos. Los políticos, antes que políticos, son argentinos, y como tales, el fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos. La gente protesta, pero… ¿Qué haría esa persona que se queja si la pondrían al frente de un ministerio? Sí, seguramente se compraría auto y casa nueva y complacería a su familia y amigos con algún cargo en el estado. ¿O tanta mala suerte tenemos que justo los únicos 100 ladrones de este país se metieron en política?

Pero más allá de lo corrupta que pueda ser esta sociedad, el problema es el sistema. Sí, el capitalismo. El error más grave que se comete es naturalizarlo. Hay que pensar que el feudalismo duró unos mil años, y el capitalismo todavía no llega a trescientos. No es para toda la vida. En este sistema el ser humano no puede ser otra cosa que egoísta. Desde la publicidad, se lo convence de que compre cosas que ni siquiera necesita. ¿Tan importante es un auto o una mansión? Son cosas materiales insertas en un mundo material. ¿El trabajo asalariado no es también una forma de esclavitud? ¿Por qué se piensan que existen los derechos del trabajador? Se crearon para mantener contentos a los obreros e impedir que se promovieran entre ellos las ideas comunistas que circulaban desde la lejana Rusia. ¿Por qué no hay más esclavitud? Porque sino habría sido imposible imponer el capitalismo bajo la pauta de que todos somos libres e iguales.

Una persona de derecha es una persona que no mira al mundo de una manera crítica. ¿Derechos humanos para los delincuentes? Es una expresión que se oye seguido y que revela una ignorancia alarmante. Derechos humanos en la medida que todos tenemos el derecho, por ejemplo, de ir a protestar a una plaza sin que nos acribillen, algo que hasta hace un tiempo no sucedía. Derechos humanos en la medida que todos somos humanos y no tiene que existir un sistema que permita que haya una persona a la que le paguen 100 millones de dólares por jugar bien al fútbol, y otra que literalmente se muera de hambre sin ni siquiera tener la chance de poder desarrollar esa habilidad.

Una cosa muy cierta es que, por lo general, los que se reconocen de derecha son muy ignorantes. Un prejuicio muy común es asociar a la Unión Soviética con el comunismo. No hay que leer mucho a Marx para darse cuenta que el comunismo, técnicamente, es ausencia de estado. El socialismo sería como una fase intermedia entre el capitalismo y el comunismo donde todavía existe el estado. El régimen de Stalin nada tiene que ver con las teorías de Marx y Lenin (de hecho, Stalin persiguió y eliminó, entre tantos otros, a los revolucionarios de 1917). El comunismo en realidad nunca existió y el ser humano desconoce si es efectivo o no. El capitalismo es un fracaso, así que probar no estaría nada mal (para que funcione el comunismo tiene que producirse en todos los países del mundo simultáneamente, de lo contrario sucedería algo similar a lo que le ocurre a Cuba).

Otro ejemplo que puede servir es el de usar el calificativo de “guerra” para describir lo que pasó en la Argentina en la década del ’70. Yo me pregunto… ¿Se puede considerar que hay guerra cuando la maquinaria de un ejército se utiliza para combatir a un grupo civil? ¿Muchos militares contra pocos civiles es una guerra? Al margen claro está de que la dictadura amplió el concepto de “subversivo” para referirse a todas las personas que pensaran de una determinada manera.

Un mundo en donde se respetaran las leyes y las constituciones, jamás podría ser capitalismo. La solución está fuera de este sistema. Ir a votar es pensar que tenemos la opción de modificar algo. Los partidos políticos son diferentes caras de la misma moneda. Usan a los pobres y transan con los ricos. Y así camina el sistema.

Otro punto a explorar es la relación directamente proporcional que existe entre ser pobre y creer en Dios. Cuanto más pobre se es, más creyente, justamente porque se reduce la inteligencia y la capacidad crítica. Ese es el consuelo que les queda a los pobres, pensar que el señor los espera con las puertas abiertas del paraíso. Para mí, ser de izquierda y creer en Dios son dos cosas que se contradicen. No hay una entidad más reaccionaria que la iglesia católica, que les hace creer a sus fieles que hay que obedecer las leyes porque así lo quiere el todopoderoso. La religión siempre fue y seguirá siendo el aliado de hierro de cualquier sistema que oprima al hombre. ¿Les parece que Cristo habría estado de acuerdo con la acumulación de riqueza y la propiedad privada de los medios de producción?

Los medios de comunicación juegan un papel de suma importancia dentro del sistema. Su función es, básicamente, introducir en la mente de la sociedad el mensaje de la ideología imperante. Ayudan a que las personas se piensen en términos individuales y no colectivos. Lo que hacen se podría resumir en la palabra estupidizar. No se puede ignorar que el poder que pueden ejercer los medios de comunicación trasciende al de cualquier presidente de turno. La gente se queja de los cortes de calle porque le hacen perder el tiempo. Digo yo, ¿En qué invierten ese tiempo tan valioso? ¿En levantarse, ir al trabajo y volver a su casa sin ni siquiera darse cuenta de que están obedeciendo a un sistema que los está explotando? ¿En ver el programa de Tinelli o las novelitas de Suar? En este sentido, rescato el valor que guarda la literatura (cierto tipo de literatura, obviamente) como medio que nos permite reflexionar acerca de cómo es el mundo.

El pensamiento crítico es el elemento que puede concederles a las personas cierto grado de libertad dentro del sistema capitalista. La libertad absoluta no existe, es una mera ilusión. Es lo que nos quieren hacer creer. Pero en la medida en que uno ponga en duda las cosas que suceden a su alrededor, que se pregunte por qué esto es de una determinada manera y no de otra, que piense por qué tal persona dice A pero no dice B; es en ese momento donde, en términos de Marx, se correrá el velo y las miserias del sistema quedarán expuestas para que empiece la verdadera historia de la humanidad y se ponga fin a la dominación del hombre por el hombre.

12 respuestas to “¿Qué significa ser de izquierda?”

  1. Leandro 29 de noviembre de 2009 a 17:42 #

    Hola. Entré al blog esperando leer un artículo totalmente distinto, gracias a las malas indicaciones de Mauro, sobre la izquierda o, según el término que utilizó: el izquierdismo. A diferencia de lo que prejuiciaba, concuerdo con la mayor parte de lo que se expresa aquí. Sin embargo me pareció interesante plantear algunas cuestiones con las que no estoy del todo de acuerdo y que pueden, quizás, enriquecer la perspectiva.

    En principio tengo que decir que no hablo desde algún lugar objetivo. Soy militante de una agrupación independiente y también me considero de izquierda. Y sin embargo, siguiendo la línea de pensamiento de la gran cristalizadora del humor social Mirta Legrand, puede ser que hablar de derecha o izquierda esté pasado de moda. ¿Por qué digo esto? Porque tengo la impresión que ciertos sentidos, que originalmente le pertenecían al pensamiento político de la izquierda, fueron tomados por las mayorías sociales sin que esto implique una consecuencia directa con lo que sucede en las prácticas reales de la gente. ¿No deja de ser esto un avance? Voy a responder a esta pregunta con el desarrollo que sige.

    En general los diferentes planteos sobre los problemas sociales que trae aparejado el capitalismo, sus soluciones (por derecha) y su cuestionamiento de las verdaderas causas de fondo me parecen correctos. Algunas divergencias: para mi la cuestión de los derechos laborales es complicada porque, si bien son un aliciente a las condiciones de opresión que permanecen intocables no dejan de ser avances en la calidad de vida de la clase trabajadora. Hay una consigna que, pienso, sigue la izquierda partidaria implícitamente que es: cuanto peor mejor. Esto es así porque, supuestamente, ante peores condiciones de vida, mayores chances habría para que se produzcan levantamientos radicales que destruyan, de una vez por todas, los cimientos de este sistema. Esto me parece un error político y una imposibilidad de situarse en el lugar real de la situación de opresión: no se puede especular de esa forma con la calidad de vida de millones de personas. Esta crítica la hago extensiva al resto de los temas.

    La abolición de la esclavitud no fue solo la forma de corresponder el pensamiento liberal del emergente burgés que empezaba a tomar el control del estado, fue también la posibilidad de crear un mercado de mano de obra que se regule según la ley de oferta y demanda: Cuanta más gente desempleada, menor van a ser los gastos de salarios. Un ejemplo: hoy en día las propias usinas de pensamiento neoliberal (la actual fase que presenta el capitalismo hoy) dejan explícito en sus documentos que el desempleo estructural (es decir invariable) es condición sine qua non para que el sector empresarial obtenga los beneficios suficientes para poder reinvertirlos y generar así el desarrollo de una nación. No miento, está en sus documentos. Es por eso que los derechos de los trabajadores son siempre un avance ante la ofensiva de la mano de obra esclava, la precarización laboral o la ausencia misma de la posibilidad de emplearse. Lo mismo sucede con el voto, la democracia, etc.

    Una apostilla aparte me merece el tema de la religión. Estoy de acuerdo: el pensamiento teleológico genera un aplacante ante la situación de opresión directa que sufren los sectores más empobrecidos. Sin embargo no se puede pensar en la misma dimensión al Opus Dei, al Vaticano, a la Iglesia Argentina, las capillas de los barrios del conourbano o a los movimientos de curas tercermundistas. No son lo mismo y no generan las mismas consecuencias sociales.

    Para resumir el planteo: pensar en términos de todo o nada desde la reflexión me parece directamente funcional al sistema que, con pies de plomo, se sigue reproduciendo gracias a los sectores hegemónicos que despliegan todo su arsenal para perpetuarse en el poder (económico, político, militar, etc.). ¿Por qué digo esto? Es aquí donde planteo mi principal crítica al artículo: El pensamiento crítico es fundamental, lo es el corrimiento del velo. Sin embargo, si no está sustentado con una práctica (diría praxis, pero esto es otra discusión) de intervención directa que vaya hacia la transformación de esas estructuras de poder, el pensamiento se termina volviendo estéril. O se reproducen las condiciones materiales de existencia o se las transforma: con la cabeza pero, necesariamente, también con el cuerpo.

    Un saludo grande.

  2. Matias Mosquera 29 de noviembre de 2009 a 18:13 #

    No tengo más para agregar. Es un reflejo de lo que algunos pensamos, y nos cuesta creer que amigos y familiares no lo vean. Es tan sencillo como leer algunos textos de Marx o la Escuela de Frankfurt o Birmingham. Pero no. Nadie lo comprende. En este caso está muy bien ejemplificado con la sociedad argentina. Me da aliento leerla ya que veo que no estoy tan solo, pero me frustra darme cuenta que seamos poco lo que sabemos que es el pensamiento crítico. Voy a guardar esta nota ya que es un muy buen ejemplo.

  3. Mauro Clementin 29 de noviembre de 2009 a 19:25 #

    se ve que entendí mal… pensé que iba a criticar, no a hacer este planteo. ¡Perdoneme Don Leandro!

    Interesante la nota Sebas… 😉

  4. Lozano Garrote Juan 30 de noviembre de 2009 a 12:47 #

    Dices que eres de izquierdas y que crees en la libertad… Sí, y luego todo el aparato estatal encima del individuo restringiéndoles sus derechos individuales…Te recomiendo una entrada de mi blog que se llama para entender el socialismo…

    • Sebastián Spano 30 de noviembre de 2009 a 14:49 #

      El socialismo es una etapa intermedia hasta llegar al verdadero cambio. Lo explicité en lo que escribí. La URSS o Cuba no pueden ser tomados como ejemplos ya que en esos países el estado no se extinguió. Y de nada sirve un solo país comunista. Tiene que darse en todas las regiones del mundo (sino los aislan, obviamente). Lo que tendrías que hacer es preguntarte qué rol cumple el estado dentro del capitalismo, porque lo único que hace es restringir los derechos de las personas, excepto las clases altas que son las que atesoran el poder. Fijate cuanta gente se muere de hambre. Me causa mucha gracia que utilices el concepto de «aparato estatal» para hablar del socialismo porque la idea es que no exista estado. No se qué entenderás por libertad, porque ir a trabajar o casarse, son instituciones impuestas por el sistema, no decisiones tuyas.

      Y socialismo no es eso que dice el enlace que publicaste en tu blog. Ese tipo de discurso fácil y erróneo es el que pregonan los medios. Yo te recomendaría que empieces a pensar por tu cuenta y no dar por hecho algo que oís decir en la televisión o a tus padres o conocidos.

  5. Lozano Garrote Juan 3 de diciembre de 2009 a 13:17 #

    Sí, y ¿de verdad crees que la URSS fue una etapa intermedia? Joer, pues no te quiero contar lo que hubiera pasado si llegan al final…Fue una etapa intermedia un poco larga ¿no crees? Por cierto ¿en esa etapa intermedia cuantas personas fueron a Siberia? ¿Cuántos asesinados? ¿Cuántos tenían que estar de acuerdo con el régimen o si no morían?
    Y en Rusia, en esa etapa intermedia ¿Cuántos se murieros de hambre? ¿y en Cuba? ¿Cuántos fueron aniquilados?
    La idea es que no exista Estado, pero la gracia es que durante la «etapa intermedia» se potencia…
    Que no, que no, el paraíso comunista es una utopía: además ni siquiera es paraíso. y si acaso para llegar hasta él hay que sufrir muchas penalidades y desdichas, en fin, no sé donde has leído tú lo que cuentas, pero creo que te han engañado…
    ¿

  6. Sebastián Spano 3 de diciembre de 2009 a 13:33 #

    Concuerdo con vos, también me horroriza lo que pasó en la URSS. Nunca fue una etapa intermedia, Stalin no pretendía que se disuelva el estado. La URSS, como fue concebida, se trató de un proyecto acabado. Por eso decía que no se lo puede tomar de ejemplo.

    Por cierto existe un debate interesante sobre si el comunismo es una utopía o un proyecto realizable. Para Marx es un proyecto no sólo realizable sino que se va a ocurrir indefectiblemente cuando la clase proletaria tome conciencia de clase a partir de que las fuerzas productivas entren en contradicción con la estructura del sistema.

    Para resumir, creo que ser de izquierda tiene que ver con pensar que otro mundo es posible, no este donde tanta gente es pobre y se muere de hambre. ¿O no es ésta también una manera de aniquilamiento?

    Saludos.

  7. Lozano Garrote Juan 4 de diciembre de 2009 a 15:09 #

    Vale, que no aceptes eso como comunismo, aunque todo el mundo diga, hata el mismo Lenin y Stalin lo dijeran, pero vale.
    MARX es un vendedor de sueños que poco tiene que hablar de economía o de política. PAra empezar, está muy influido por David Ricardo, y es del Siglo XIX,totalmente desfasado a su tiempo y ya no te cuento al nuestro.
    Para empezar por poner un ejemplo, MARX creía, y así lo expone en el capital, que el valor del trabajo es el trabajo mismo. O sea, que lo que vale un determinado producto son las horas desempeñadas en el mismo. Así que, o no vivía en su tiempo, o es que no se daba cuenta de la creciente industrialización. ¿Qué pasa? Que la camisa hecha a mano, todo a mano (incluso el hilo, la aguja, el botón…) vale más que la camisa que se ha fabricado utilizando maquinaria moderna. Objetivamente es el mismo producto. Pero en la primera se ha usado muchísimas horas, mientras que en la segunda muy poca.
    Pero si contamos la maquinaria moderna: oye, ¿qué hacemos? contamos ese valor trabajando en ella a todas las camisas, o no.

    En fin, MARX incurre en muchas contradicciones, espero tan sólo que te des cuenta…

  8. leandro 4 de diciembre de 2009 a 21:56 #

    Lozana, tu lectura de cómo Marx calcula el valor de la mercancía es totalmente erronea. No es que el valor de las cosas es igual a la cantidad de horas trabajadas: también se valoriza a partir de las diferentes etapas de producción y los elementos implicados en el proceso (tal como decís: el hilo, la aguja, etc. , lo que se pregunta Marx es: ¿cuál de todos esos elementos es el que le provee al empresario la plusvalía? Ya que como vivímos en una sociedad capitalista, los empresarios compiten entre sí en el mercado y si alguno quisiera cobrar por un material más, el otro que mantiene el precio tendría mucho más ingreso por parte de la demanda. Lo que Marx concluye es que el único valor que puede quedarse de TODO el proceso de producción es el trabajo. Es decir que le roba fuerza de trabajo (que como el resto de las variables cambia dependiendo la cantidad de oferta y demanda). Por lo tanto al obrero le pagan solo una parte de lo que trabaja, el resto se lo queda el empresario.
    La URSS, si bien implicó una supuesta revolución obrera lo que supuso fue un cambio de poder por parte del Zar a la clase política. El modo de producción prácticamente se mantuvo. Los exedentes no se los quedaban los empresario: se los quedaba el comité central.
    Ahora, el dato no lo sé pero ¿Cuántos aniquilados existen en el estado Cubano? Hasta dónde yo sé, los estados capitalistas acumulan 9 millones de chicos que se mueren de hambre cada año. No lo digo yo, lo díce la ONU.

    Por supuesto que existe el paraíso comunista. La idea del progreso capitalista, en dónde si cada uno actuando según su egoísmo hace que el sistema solo funcione y la copa se derrame es otro paraíso miserable.

    Vivimos una época nueva, no podemos seguir hablando de la clase obrera tan alegremente cómo antes. Y tenemos serias dudas sobre si lo único que hace falta es una toma de conciencia.

    Justo esta semana hablaba con un cartonero, que trabaja con su hermano, sobre el la cuestión de cómo les afanan guita ya que lo que a ellos les compran a 10 centavos las grandes empresas lo venden a pesos. Él entendía que lo estaban afanando y que seguramente si se organizaban todos los cartoneros (es decir, un sector de la clase trabajadora) seguramente les dieran más bola que a cada reclamo en particular. Pero finalmente me decía: «¿y qué hacemos?¿Ponemos a mil tipos en la calle? Entonces viene la policía y te mata a uno, para que salga el resto rajando. ¿Y si ese «uno» es mi hermano?

    La toma de conciencia es importante, pero no hay que olvidares: los sectores dominantes ya tomaron conciencia. Hace tiempo

    abrazo

  9. Lozano Garrote Juan 5 de diciembre de 2009 a 07:08 #

    Leandra: Sí, sí, ya me conozco yo la teoría fantástica de la plusvalía y el empresario opresor que se queda con parte del dinero del trabajador. Supongamos que ese trabajador tuviera que dedicarse también a vender todo lo que fabrica: al final acabaría fabricando menos por el mero hecho que tendría que reducir horas de ese trabajo de reducción para dedicarse a la venta, y no sólo a la venta, sino a la compra de las materias primas. En fin, creo que ya ha habido muchos economistas que han demostrado que la especialización conlleva al bienestar. Estoy contigo Leand. en que muchas veces se producen situaciones injustas, pero más injusta sería con el método comunista…

  10. Lozano Garrote Juan 5 de diciembre de 2009 a 07:22 #

    Y por cierto, me gustaría que no te defendieses atacando. Yo he hablado de los aniquilamientos de Castro (evidentemente nuestro sistema, que dista mucho de ser el liberal, tiene injuusticias), como los 70000 que se calcula que han muerto.
    Es mentira que el modo de producción se mantuviera en la URSS, y sino te recomiendo que te leas algún libro de historia económica…verás, además, como el país entero empobreció de una manera cruel…

  11. leandro 6 de diciembre de 2009 a 23:42 #

    La mejor defensa es siempre un ataque. Siempre se puede especular, como vos lo haces respecto a qué pasaría si «el trabajador» saldría de la línea de producción y se «dedicara» a vender lo que fabrica. Más allá de la imagen absurda de lo que hace un trabajador y la idiotez de la especialización y el supuesto «bienestar» que eso conllevaría. Existen miles de experiencias de fábricas recuperadas por sus trabajadores, cooperativas de trabajo, etc en donde simple y llanamente: no existe la división capital/trabajo. Todos los trabajadores cobran lo mismo (o variaciones según el esfuerzo) sea que trabajen en la administración o en la línea de producción. Hay delegados, asambleas donde se deciden los pasos a seguir, en fin. Que millones de personas se mueran de habmbre no es un error, o una injusticia. Son decisiones políticas. La pobreza en el mundo es estructural y dirigida. Lo es desde hace décadas. Aquí no hay errores, hay decisiones. Y por favor no confundas: el mètodo marxista es una forma más de «leer» la realidad. Sin embargo los modos de producción y cómo se da la relación del trabajo con el capital es la historia viva (sea en China, Cuba o América Latina), de eso ni Marx ni sus libros tienen la culpa.

    Los 70000 que decís es una cifra estimativa de la gente que murió tratando de llegar a las costas de los estados unidos. ¿Cuánta gente mató las hambrunas que sufrió la isla de Cuba con el permanente y, todavía insesante, bloqueo comercial? ¿Y cuanta gente mata todos los días la frontera amurallada de los estados unidos de gente del resto de los países de nuestro continente? ¿Cómo puede ser que las costas de florida prometan tanto a los cubanos y sean tan crueles las murallas con el resto de los países supuestamente libres de régimenes dictatoriales?

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